La pregunta (en algunos casos realizada como afirmación) circuló ayer en las redes sociales, en los foros de LAGACETA.com y en los pasillos de tribunales: "¿No será un 'perejil' que terminará haciéndose cargo para encubrir a otros?". Los siete años de impunidad y las hipótesis que mencionaron a supuestos 'hijos del poder' generaron la duda. Sin embargo, la pista que sigue ahora la Justicia es la primera que no se sustenta en versiones. Todas las líneas de investigación anteriores fueron fundamentadas en los aportes de testigos indirectos, que dijeron haber escuchado que el crimen ocurrió de determinada manera. Ninguno que haya aportado un dato comprobable.
El propio Alberto Lebbos mostró ayer su confianza en la investigación, basado en el conocimiento que tiene de las medidas que se realizaron hasta aquí. Por primera vez, el padre de Paulina tiene acceso al expediente. Y aunque no se descarta que el avance de la investigación termine comprobando como cierta algunas de las hipótesis fundadas hasta aquí en versiones, lo cierto es que por primera vez hay pruebas objetivas que permiten ubicar a sospechosos. Si son conducentes a la verdad se sabrá en los próximos días, aunque los siete años de silencio son un escollo difícil de superar. Aún así, Lebbos confía.